Entrevista a FERNANDO SÁNCHEZ ZINNY
¿Qué es para usted la poesía?
Una forma de demorar la muerte.
¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?
No soy joven y he andado y escrito mucho, con diversos motivos, pocas veces literarios. Llevo publicados –con largos intervalos–, ocho libros de poesía y los premios obtenidos son contados: uno del Fondo Nacional de las Artes en tiempos remotos y más recientemente un tercer premio de la Ciudad de Buenos Aires y la faja de la SADE.
¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?
No antes de los 18 o 20 años y seguramente para exorcizar, ya entonces, descontentos o malestares.
¿Cómo definiría su poesía?
Creo que es una poesía extremadamente verbal, por lo común elegíaca, a ratos reflexiva, o epigramática, o quién sabe qué.
¿Qué autores influyeron en su poética?
Tantos… De los que se leían en mi época, algún Neruda y todo Alberti.
¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?
Publicarla.
¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?
Eso ha ido cambiando según las obras publicadas. En Sombra adentro, de 2004, hay algunos poemas (“Conversación”, “Debo ir al mar”, “Retrato”, “Vuelven las lluvias”) en los que está mi vida y por eso los amo. En el que vino después, El azar cotidiano, algunas “fábulas” dan cuenta de la esperanza porfiada.
¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Fui apasionado, entusiasta; hoy, en cambio, desciendo lentamente, como un río de llanura.
¿Para usted se nace o se hace escritor?
Aclaremos: escritor uno se hace; poeta es otra cosa.
¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?
De nuevo la ambigüedad; presumo que a un joven escritor/a nada tengo para decirle y que él/ella no tendría razón alguna para prestarme atención… Ahora, a un poeta (joven o no) yo le diría que el poema no son las palabras sino lo que las palabras traen.
¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Ni idea.
Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela, etc., ¿cuáles recomendaría?
No soy –siquiera en este momento, porque alguna vez lo he sido– promotor editorial… Pero si la pregunta apunta a mis gustos, a mis gustos actuales, citaría a los poetas latinos, a La montaña mágica, a Las mil y una noches, a La Madre.
¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs, etc.?
“Nada se pierde, todo se transforma”, aunque esto no es mío sino de Lavoissier.
Por último ¿Quiere usted agregar algo?
Muchas gracias.
FERNANDO SÁNCHEZ ZINNY
Una forma de demorar la muerte.
¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?
No soy joven y he andado y escrito mucho, con diversos motivos, pocas veces literarios. Llevo publicados –con largos intervalos–, ocho libros de poesía y los premios obtenidos son contados: uno del Fondo Nacional de las Artes en tiempos remotos y más recientemente un tercer premio de la Ciudad de Buenos Aires y la faja de la SADE.
¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?
No antes de los 18 o 20 años y seguramente para exorcizar, ya entonces, descontentos o malestares.
¿Cómo definiría su poesía?
Creo que es una poesía extremadamente verbal, por lo común elegíaca, a ratos reflexiva, o epigramática, o quién sabe qué.
¿Qué autores influyeron en su poética?
Tantos… De los que se leían en mi época, algún Neruda y todo Alberti.
¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?
Publicarla.
¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?
Eso ha ido cambiando según las obras publicadas. En Sombra adentro, de 2004, hay algunos poemas (“Conversación”, “Debo ir al mar”, “Retrato”, “Vuelven las lluvias”) en los que está mi vida y por eso los amo. En el que vino después, El azar cotidiano, algunas “fábulas” dan cuenta de la esperanza porfiada.
¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Fui apasionado, entusiasta; hoy, en cambio, desciendo lentamente, como un río de llanura.
¿Para usted se nace o se hace escritor?
Aclaremos: escritor uno se hace; poeta es otra cosa.
¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?
De nuevo la ambigüedad; presumo que a un joven escritor/a nada tengo para decirle y que él/ella no tendría razón alguna para prestarme atención… Ahora, a un poeta (joven o no) yo le diría que el poema no son las palabras sino lo que las palabras traen.
¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Ni idea.
Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela, etc., ¿cuáles recomendaría?
No soy –siquiera en este momento, porque alguna vez lo he sido– promotor editorial… Pero si la pregunta apunta a mis gustos, a mis gustos actuales, citaría a los poetas latinos, a La montaña mágica, a Las mil y una noches, a La Madre.
¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs, etc.?
“Nada se pierde, todo se transforma”, aunque esto no es mío sino de Lavoissier.
Por último ¿Quiere usted agregar algo?
Muchas gracias.
FERNANDO SÁNCHEZ ZINNY
3 Comments:
HERMANO FERNANDO,NO FRANCISCO, GENIAL!!!!!!!!!!COMO RUBEN DARIO AMANSAS CUALQUIER LOBO...UN ABRAZO ENTRAÑABLE, MARIA DEL MAR
Y BRAVO A GUSTAVO,POR DIFUNDIRNOS....
David Antonio Sorbille dijo...
Las palabras de Sanchez Zinny demuestran la sinceridad reflexiva de los grandes poetas
Un cordial saludo.
" escritor se hace, poeta es otra cosa" ja! qué gran verdad oculta en la palabra!
mis afectos y saludos
marta pimentel álvarez
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