Saturday, November 28, 2009

Entrevista a LEONARDO GASTÓN HERRMANN

Qué es para usted la poesía?

La poesía es una simulación del mundo a través de las palabras. Como toda simulación es un bello engaño. También puede ser un grito desesperado, pero siempre, la poesía es una herramienta que sirve para hacer la vida más llevadera, para alcanzar ese efímero y momentáneo consuelo metafísico. La poesía cuando es buena, es una de las formas de hacer de la vida un hecho estético. Un bálsamo en medio de la tormenta.
La tormenta sigue ahí, mientras escribimos, la tormenta no va a parar por nuestras palabras, pero con nuestras letras producimos un sortilegio que nos engaña y nos hace olvidar por unos minutos que esa tormenta terminará también con nosotros.

¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

Creo que un buen poeta ante todo es un buen ser humano. Considero que no existe artista individual, al margen de su tiempo y su época. El artista (ya sea escritor, pintor, músico) tiene que ser comprometido y conciente, denunciar las grandes hipocresías de la sociedad. En ese sentido traté siempre de participar activamente en los procesos históricos y no ser solamente un espectador. Desde mis comienzos tuve la suerte de poder compartir en el grupo La Luna Que, las vivencias con grandes hombres y mujeres: Emilce Anzoátegui, Ricardo Rubio, Jorge Luis Estrella, Bargiela, Roberto Di Pasquale, Marcos Silber, Antonio Aliberti, Elvio Romero, Norberto Corti. Hay personas de las cuales hay que aprender, que pasan una sola vez en la vida. A ellos les agradezco todo lo que me han enseñado, no sólo en la poesía, sino también a nivel humano. Tengo un libro publicado que se llama “La anónima resurrección del barro”, y figuro en la Antología del grupo del año 1999. Además tengo 5 libros de poemas por publicar, 3 novelas y 3 libros de ensayos.
No creo en los premios, creo que en su gran mayoría, y salvo honrosas excepciones tienen que ver con las idas y vueltas del mercado.

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

Empecé a escribir desde chico, el mundo y sus circunstancias me avasallaban, fui hijo de un oficial tornero del cual rescaté cierta disciplina a la hora del trabajo y del cual, también, me distanciaron el arte y la militancia. La vida y una obsesión materna me condujo, primero por el teatro y luego por la escuela de Bellas Artes, donde me recibí de Maestro Nacional de Dibujo. Es decir, mis elecciones fueron una búsqueda conciente de expresarme y una necesidad de aparentar de mi madre. Yo creo que comencé a escribir por necesidad y luego esa necesidad se transformó en conciencia.

¿Cómo definiría a su poesía?

Tengo un amigo (Jorge Estrella) que dice que con mis poesías va a fundar un Sindicato de Esqueletos y Fantasmas, y tiene razón. Mi poesía es algo incómodo, algo que no está escrito para agradar a nadie. Para mí la poesía no es una elección antiséptica y cómoda. Cuando escribo busco tener un cuidado estético, pero no pienso en ser complaciente. No me interesa pintar la vida de rosa, ni regodearme en el dolor, por el contrario, busco provocar en el que lee sensaciones, que la simulación de mis palabras introduzcan al lector en la tormenta.

¿Qué autores influyeron en su poética?

Romilio Ribero, Emilse Anzoátegui, Jorge Luis Borges, César Vallejo, Martínez Bargiela, Miguel Hernández, Manuel Scorza, Charles Baudelaire, Artaud, Nietszche, Roque Dalton, Elvio Romero, Dostoievski, Kafka, etc.

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

Existen fines que son meras supersticiones morales. No se puede cambiar el mundo con palabras. Las acciones cambian el mundo. El único fin que persigo con mi obra poética y pictórica es hacer de la vida un hecho estético.

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

“Llanto por Ignacio Sánchez Mejía- Poema I” de García Lorca.
Por la profundidad dramática, por la arquitectura poética, por la calidad descriptiva, por la construcción sonora del poema que a través de la reiteración de frases transporta al lector y lo hacen parte de la tragedia.

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

Mi lenguaje poético ha cambiado, no creo que haya cambiado en cuanto al tema, siempre tuve una visión trágica y oscura de la vida. Pero he crecido gracias a las influencias y experiencias que me han tocado vivir. Antes era muy descarnado y brutal, pero me faltaban herramientas literarias. Ahora he comenzado a manejar tiempos y formas más sutiles.

¿Para usted se nace o se hace escritor?

Existe una visión que es necesario contrarrestar: la del poeta como un hombre iluminado o tocado por dios. El poeta no es un mago, en él no opera la magia, por el contrario, es más bien un ilusionista, porque valiéndose de herramientas y artificios genera una ilusión que no es real, que todo el mundo sabe que no es real, pero que ciertas convenciones y conexiones la vuelven palpable. El escritor se forma, y su formación no siempre es directa, algunos son formados por sus lecturas, otros por sus vivencias, y algunos, muy pocos, tienen la suerte de fusionar todo esto con un taller. Lo cierto es que la visión del poeta como un ser elegido al cual acude la inspiración, no es una visión actual, a lo largo de la historia se repitió hasta el hartazgo, pero en esta época de decadencia, donde se hace culto a la ignorancia, es mucho más perniciosa.

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

Primero: que no es bello el camino de la palabra. Que muchas veces es doloroso. Que muchas veces es solitario, que es necesario leer más que escribir. Que escribir, en todo caso, es una resultante de la vida (de la experiencia). Que la disciplina y el trabajo son parte indispensable de la formación. Que lo espontáneo es una justificación de la ignorancia.

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

La industria editorial es, como su nombre lo indica, una industria. Un mercado fenicio donde lo único que importa es la ganancia. Una gran maquinaria construida para divulgar lugares comunes. Un gran servicio del capitalismo para fomentar la estupidez colectiva. Muchos le echan la culpa a la moda como algo abstracto, al margen de la decisión y los intereses dominantes, pero la industria editorial es un arma que utilizan para censurar lo que no es conveniente. La inquisición en la cultura sigue intacta.
Es claro que existen excepciones, empresas de poetas que buscan contrarrestar ese perverso círculo. En general los artistas no somos buenos comerciantes y las islas u oasis que estos emprendimientos representan no pueden sobrevivir frente a los grandes pulpos.

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

“Libro de Bodas, Plantas y Amuletos” de Romilio Ribero (poesía)
“Crimen y castigo” Dostoievski (novela)
“Obras completas” Jorge Luis Borges (cuentos)
“Genealogía de la moral” Friedrich Nietszche (prosa)

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?

Existen muchos caminos para difundir lo que uno hace. Son herramientas, que algunos abren generosamente. También es cierto que ya Nietszche en su época decía algo sobre la saturación de libros. Yo creo que en este punto el arte no es una ecuación matemática: que mayor publicación de textos no es igual a mayor calidad, y que mayor cantidad de lectores no es sinónimo de mejor calidad. En este sentido, el poder maneja un discurso demagógico que se sostiene en la frase “todo es arte” y entonces, todo lo que se publica en todos los sitios es poesía. En realidad la poesía requiere de mecanismos mucho más complejos que la simple masividad.

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

Agradecer a Gustavo Tisocco y su blog de poetascontemporáneos que con su aporte promueve generosamente a los escritores silenciados por el sistema.


LEONARDO GASTÓN HERRMANN

2 Comments:

Blogger galáctica said...

Hola Leonardo: tu postura de vida frente a la poesía te encuadra dentro de quienes viven su ideal poético. Una entrevista muy intereante Saludos Irene Marks

11/29/2009  
Anonymous osvaldonorberto said...

Hay algo en Leonardo perceptiblemente fuerte, que genera un aislamiento a la sensación, realmente placido, como pensador, con dibujante, como pintor, cierta obra refleja una elaboración genuina y única, he visto varios cuadros en mi vida, pero admito y no lo digo por situarme en un plano personal de amiguismo, que en los cuadros de Leonardo habita una filosofía atroz, y su mensaje se ve claramente en este reportaje, tan bien definido, en Leonardo habita la ausencia del pensamiento, el paso entrelazado entre un sentimiento en estado puro, no dominado, jamas cercado de primitivismo e ilusión.
Siento eso cuando leo un poema suyo, cuando veo un cuadro, cuando habita cualquier creación que él otorga, me ha pasado en su presentación de pinturas y dibujos en Várela y he quedado como limitado ante tanta oscuridad y a la vez claridad, lograr éxtasis de claroscuros en esas corrientes para definir la revelación de un sentimiento es un acto de por sí muy difícil, y creo que en la palabra de Leonardo se refleja una madeja de elementos que constituyen por si solos esa localización donde todo pasa y deja huellas.
Quizás su admiración por Nietzsche también actúa correlativamente en su filosofía, pero también veo en ciertas tendencias surrealistas Artaudianas por así decir, estar como situado en medio de la nada, del todo, del Yo en su limitación más atenuadora es revolucionar el alma, para darle energía a los estímulos.
Leonardo deja en este reportaje enseñanzas, y eso atrapa, eso revela, eso aproxima al ser a su estado más puro que siempre declama y es el estado donde los seres dejan perdido el pensamiento para pasar a planos mayores.
Muy buen logrado el mensaje en este reportaje, Felicitaciones.
Y gracias Gus. por seguir difundiendo.

Osvaldo

11/30/2009  

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