Sunday, September 13, 2009

Entrevista a PABLO MORA



¿Qué es para usted la poesía?

La poesía es un acto de fe en el hombre, en la palabra y en la vida. Un instrumento para transformar el mundo. Momento de liberación individual y colectiva. Un asombro que se pasa a limpio. Un renglón que se añade al mundo. Ser poeta es disponerse a la vigilia. Navegar hacia adentro del asombro. Saber el tamaño exacto de la pena, la terrible majestad del pan. Logra que lo oigan las estrellas. Sabe que una piedra es un pájaro que ya no vuela; que toda piedra alguna vez fue estrella; que un universo sin estrella carecería de vida. Conoce el reverso de las cosas y la vida.

¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

Mi poesía proviene de un almácigo. Pasó por noche insomne. El insomnio me dejó al asombro. El asombro, luego, me llevó a la sombra. La sombra me lanzó a los mares. Casi ya Pablo Mares, el mismo que viste y canta. La noche, la sombra antigua. La llagadura, sombra antigua. La madre, la sombra antigua. La noche, la antigua lejanía, la sombra antigua que a los hombres mira, que a las costas de la divina antigüedad nos ata. Mi poesía es un al alimón a cuatro mil manos. Sin bajar los brazos, sin bajar la rabia, sin bajar la alegría, a contracorriente, a sol y sombra, de claro en claro y de turbio en turbio, a corajazo limpio, sè que habrá de haber lugar para la poesía, si no quieren pueblos y hombres sucumbir. Me debo a mis dobles, a mis pares, a los otros, a la Poesía, Sociedad Anónima, casi como decir a Gabriel Celaya. Creo que jamás la canción tuvo punto final, que la existencia no es más que un plagio y que los poetas escriben las mismas cosas con uno que otro colorido; que solo existe un poema y un poeta y hasta una sola palabra para quienes existen, existieron y existirán en comunión poética, en convivialidad creadora.

En respuesta al “sueño del futuro”, confío en que, se afiance y robustezca la Poiesología, ciencia que propongo se instaure en cuanto disciplina que estudiaría los signos de la creatividad y las leyes que la regulan en relación con la naturaleza, el hombre y el arte; al interior de la ciencia, la técnica y la tecnología. Con la sombra duermo en oscuro cuarto, hasta bien entrada la madrugada. Más allá de los solos y cobardes, más allá del metal y del combate, más allá de la lucha de los cantos, más allá de la cólera enemiga, alada, la neblina me distingue. La resonancia de la noche recoge mi canto aglutinado en pura fogarada. Con Fidel, me pregunto ¿hasta cuándo las ideas serán pisoteadas? Con Galeano, ¿hasta cuando seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?

Nací en Santa Ana del Táchira (Venezuela), en 1942. Residenciado en la ciudad de San Cristóbal, finco mi trabajo en una actitud ódica identificada con su mundanidad inmediata y de apertura. Capitán de Poetas, mi verdad: humanismo, hombre, humanidad. Mi credo, mi plan de vida, la Poiesología: Hundirse, hurgarse, ser, sentirse, serse. Mis Páginas Web han sido recomendadas por UNESCO. “Espéculo”, Revista Electrónica de Estudios Literarios de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (España), en los Nos. 9 a 42 de los años 1998 a 2009, ha divulgado una serie de mis ensayos.
He publicado: Almácigo, El Parnasillo, San Cristóbal, 1978. Almácigo 2, Ediciones Rondas, Barcelona, 1980. Almácigo 3, Presidencia de la República, Caracas, 1982. Almácigo 4 En Tiempo de Guerra, Imp. Formas Lem, S.A., San Cristóbal, 1985. Almácigo 5, El Parnasillo, San Cristóbal, 1986. Franja Fecunda, Tipografía Cortés, San Cristóbal, 1989. De la noche insomne, Porlamar, Fondene, 1992. (Premio I Bienal Nueva Esparta de Literatura, 1991). Almácigo 6 En Tiempo de Paz, Edit. San Sebastián, San Cristóbal, 1993. Cuenta Abierta, UNET, San Cristóbal, 1993. Plaquettes varias, San Cristóbal, 1981-1992. Asombro al descubierto, Ediciones Mucuglifo, Editorial Venezolana, C. A., Mérida, 1996. A coro en el asombro, Antología, Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, Nº 171, edición patrocinada por la UNET, 2000. Parte de asombro, Ediciones Erato, patrocinado por el Decanato de Postgrado de la UNET, 2000. Insomnio terminal, Ediciones Erato, San Cristóbal, 2002. Cuarenta mil millardos de millas de hombres luz, Nadie Nos Edita, San Cristóbal, 2002. Palabra insomne, Nadie Nos Edita, San Cristóbal, 2003. Poiesología, FEUNET, San Cristóbal, Venezuela, 2005. Sombra Antigua, Nadie Nos Edita, San Cristóbal, 2005. Premio Nacional del Libro otorgado por el Cenal: Mejor Libro de Creación Literaria, Mención Poesía 2005. Sangre zurcida. El Árbol Editores, 2008, San Cristóbal, Táchira, Venezuela.

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

Empecé a escribir cabe la sombra de una cueva: La Cueva Pictolírica, movimiento literario que se hizo sentir en la región andina de Venezuela en los años sesenta del siglo pasado. Al tiempo que los fusiles daban su mano a las letras, tratamos de crear una como trinchera de Paz con nuestra palabra.
Así, mientras el mundo se desvive entre galácticos presagios y alientos de hecatombes, trato de construir mi trinchera, desde donde disparo contra obnubilados y díscolos, con la más convincente de las armas, el verso. Soldado de la Paz, disparo mis versos contra la guerra.

¿Cómo definiría a su poesía?

Persigue un verdadero espacio verbal en sintonía con uno temporal-ideológico, puesto que la emoción, la palabra y el contexto sociopolítico han de entrecruzarse, encajar en todo lenguaje poético. Considero con Ludovico Silva que la belleza es revolucionaria; que Belleza y Revolución han de ser permanente bandera de combate. Con Rimbaud, estoy convencido que el porvenir será socialista.
¿Mi poesía? Una forma o fase de la luna de mi aldea. Un almácigo que se quema al sol. Un coro en el que canta un insomne. Hacer caber a Dios en un dedal, al sol en el ojo de una hormiga, al mar en los labios de una perla o al universo en una gota de rocío. Un deseo de arrear la luz. Querer encontrarle al silencio su guarida.

¿Qué autores influyeron en su poética?

Temprano me conseguí con Juan Ramón Jiménez y el aquelárrico Fausto de Goethe. Siempre estuvimos a la sombra de Neruda, Vallejo, Whitman y Miguel Hernández. Más fraternalmente, con la iracundia de nuestro entrañable hermano Dionisio Aymará. En mi errancia italiana, compartimos con la Escuela Lombarda, sobre todo con Edoardo Sanguinetti y Luciano Erba. Con el dolor a cuestas de Pavese. Con Ungaretti, Montale y Quasimodo. Otros poetas en el camino fueron Maiakovsky, Rimbaud, Rilke. De nuestra frontera, Jorge Gaitán Durán y Cote Lamus. Pero, entre todos, nos selló la vida, el camarada Rafael Guerrero — Carlos Guerin— cuando el fusil le dio la mano al verso,
cuando, frente a la violencia institucionalizada, aprendimos que la poesía ha de ser fusil, vida, protesta y alarido permanentes.

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

Quisiera que mi poesía contribuyese a sembrar la Paz sobre la aldea, sobre la tierra.

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

Elegiría el titulado El hombre, pues resume en cierta forma la visión del mundo que signa mi obra: el hombre que desde sus hondas cavilaciones: nos grita, nos acusa, nos reclama.

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

De un lenguaje descriptivo, progresivamente, ha venido robusteciéndose en una razón poética donde la métafora ha venido cobrando cada vez más aliento creador.

¿Para usted se nace o se hace escritor?

Se nace escritor a la vez que se va fraguando la tarea-misión entre ramalazos, tristumbres y esperanzas.

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

Cree en la locura de los pájaros, en la fresca escarapela de las sombras, en el risueño misterio de la tarde. Cree que jamás la canción tuvo punto final, que la existencia no es más que un plagio y que los poetas escriben las mismas cosas con uno que otro colorido. En esa continuidad profunda que, de siglo en siglo, traspasa de poeta en poeta; que sólo existe un poema y un poeta y hasta una sola palabra para quienes existen, existieron y existirán. Cree que “nuestra poesía no es nuestra, la hacen a través nuestro mil asistencias, unas veces agradecidas, otras, inadvertidas.” Cree en la POESÍA, SOCIEDAD ANÓNIMA. En que nadie es nadie, salvo nuestra salvación en la obra común, en el canto coral que ilumina la esperanza. Cree que nunca estás solo. Solos, no somos nada, nadie; juntos, inmortales. Cree en la obra colectiva y anónima, aún en ciernes, transformando y creando conciencia impersonal. Parte del sueño de una corriente eléctrica que eternamente fluye, y que ha de convertirse en realidad gracias a una superconductividad, apuesta al saber, al diálogo, a la liberación, a la completitud creadora. Apuesta al hombre, a la palabra y a la vida. Apuesta al sueño y al regreso. Al juego, al abrazo y a la danza. Sobre todo a la revancha. A la esperanza desnuda. Al orgasmo del mundo que hace cauce. A la belleza que se expande.

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

El reino editorial, acá y allá, no conoce todavía del marketing. Menos lo conocen los poetas. La poesía, desgraciadamente, pareciera ser para elegidos. El mundo, en cambio, que fue para llegar a ser leído —tolle, lege— nos convoca al legado de todas las lecturas. Quien vio, anduvo y leyó, deberá —testigo en mano— traspasar el hormigón de sus lecturas, su asombro, su cosecha, en sueño, en teleescritura-teleliteratura eternas.

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

Al cerciorarme que mi obra Sombra Antigua había recibido el Premio Nacional del Libro otorgado por el Cenal, 2005, pensé en La Poesía Olvidada y Recordada de Jorge Zalamea, Premio de Ensayo de la Casa de Las Américas, 1965. Y de cómo, día a día, hemos de hacer de la promoción de la poesía y la literatura en general un culto, una como superior misión, de donde a su vez surja la enorme posibilidad de crear Sociedades Anónimas Globales en las que converjan las ideas, los propósitos, las reflexiones, los asombros y ocurrencias que han de signar el orden nuevo, el hombre nuevo, el pueblo nuevo. Puesto que la paz pasa a través de la revolución y revolución integral en aras de una humanidad nueva.
Recomendaría, en fin, a Platero y yo y toda la Obra Poética de Jorge Luis Borges. Sin olvidar El Quijote, por supuesto.

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?

Internet viene siendo una verdadera vehiculización de la Inteligencia Colectiva en aras del Poema Colectivo, La Poesía Colectiva.

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

Con Gabriel Celaya y María Luisa Alonso, pretendo ser un portaestandarte de la Poesía, Sociedad Anónima, en cuanto somos una sola voz quienes escribimos ahora conjuntamente con los que escribieron antes de nosotros y con los que escribirán después. Sociedad Anónima que significa la solidaridad humana que todos tenemos, la posición de humanidad solidaria ante la espiritualidad de la especie. Poesía, Sociedad Anónima, no solo referida al presente sino también con trascendencia futura, entendiendo la Poesía como una especie de metalógica o metalenguaje o metaespiritualidad que está, como si dijéramos, dentro de la herencia de la especie, al interior de una herencia poética. En fin, Sociedad Anónima que significa la solidaridad humana que todos tenemos, la posición de humanidad solidaria ante la espiritualidad de la especie.



PABLO MORA

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