Entrevista a JOSÉ CEDRÓN
¿Qué es para usted la poesía?
Me pides definiciones para lo indefinible. Hace muchos años, Eliseo Diego me dijo que no sabía absolutamente nada acerca del misterio de la poesía, porque la poesía (la situación de poesía, no el poema) es sorpresa.
Hay quienes sí tienen definiciones: La poesía es la poesía, más el mundo, más el hombre, más el poeta, de González Tuñón, por ejemplo, siento que la contiene en plenitud. La palabra por sí misma no alcanza.
¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria? ¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?
Breve. Creo que empecé a escribir en el año 67; intenté una novela; la historia de una muchacha que se moría en un hospital. Un manuscrito en un cuaderno de muchas páginas. No me río de eso porque, si recuerdo, puedo leerlo desde otro lugar tal vez importante como la literatura. Iniciando los años 70 comencé a escribir poemas y artículos breves y a publicar. En esa misma década debí salir del país; varios familiares y amigos ya estaban detenidos y otros desaparecidos.
Entre idas y vueltas llevo más de la mitad de mi vida fuera de Argentina.
Tengo cinco o seis títulos publicados, algunas reediciones. Edito muy poco.
Hace como diez años, en México, publiqué El Negocio de
Espero que este año pueda salir La realidad miente más, una selección de trabajos diversos: reportajes, charlas, ensayos…
¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Vivencias, paisajes, olores, gente, lecturas…
¿Para usted se nace o se hace escritor?
Es una pregunta para la realeza.
Acerca de la producción poética actual en Latinoamérica
Hace muy poco, durante la presentación y posterior debate de un libro, comenté que estamos ante la paradoja de una poética que se ha llenado de palabras para vaciarse de mundo, por ejemplo: la sombra de tus ojos en mi espalda negada/ voluntad del deseo para el agua/ eterna la noche en cavidades lúgubres…
Bueno, así podemos seguir hasta el lunes. Identidad irreconocible.
Superfluo, fabricado, por lo tanto artificial.. La desaparición del contexto. Tal vez se lleguen a vender poemas con franquicia.
Aquí hay una suerte de performance donde la palabra puede adquirir diversos significados hasta borrarse como responsable de ella misma, y del autor. El rigor es más difícil y siempre tuvo menos adeptos.
Las razones son diversas, sin dejar de sumar, en muchos casos, resignación o deserción.
¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Desde hace más de una década, en Latinoamérica, el rubro que tuvo mayor descenso en ventas es el literario: supera el 25 por ciento. Apenas un dato.
Existe una diversidad engañosa. Un juego perverso de sustituciones.
Un segmento cada vez más considerable del mercado editorial apuesta por los nuevos guionistas del espíritu. El peso unificador que las voluntades ajenas tienen sobre la vida y el destino individual es cada vez más redituable.
Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etcétera. ¿Cuáles recomendaría?
Podrían ser varios. Autores, géneros. Me interesan trabajos de Canetti, poemas de Sorescu, de Cernuda, textos de Beckett. Algunos libros; voy a nombrar uno, El asesinato del alma, de Morton Schatzman. Es uno de los trabajos que, en su momento, me ayudaron a pensar la prepotencia de la ignorancia argentina, por ejemplo. Opresiva. Siempre en blanco y negro, y despreciando lo micro; creo que se corresponde con esa gestualidad ampulosa... hasta convertirse en su propia caricatura de la salud mental.
¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?
Por mi trabajo en los medios y en la docencia puedo decir que, en términos generales se piensa que proporcionalmente a la información cada vez mayor que recibimos aumenta el saber. Es una falacia. Basta ver y leer la calidad y cualidad de esa información y de los mismos medios. Quizá forma parte de lo que conocemos como educación de mantenimiento, porque la búsqueda de enfoques se encuentra fragmentada, islas atravesada por un sublenguaje apenas balbuceante.
Los estándares de la ignorancia y el sedentarismo cultural se ampliaron.
JOSÉ CEDRÓN
3 Comments:
Impactante lo que dice!
No me gusta hacer de la literatura algo académico y medido, pero debe tener cierta calidad, y ajustarse a determinados puntos, sin necesidad de que tu obra pase por una picadora de carne...
¿quién hizo esta nota?
Besos.
Cedrón sigue siendo uno de los poetas más sólidos de su generación. Sus respuestas son una lectura de la sobreabundancia de mediocridad que en esta ciudad llaman poesía
Federico Aguirre
Comparto lo que dice Cedrón; no podría decirlo mejor, un saludo
José Luis D'Alberto
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