Entrevista a MÁXIMO BALLESTER

¿Qué es para usted la poesía?

Siempre digo que la poesía es otra cosa. Tuñón decía que no creía en las definiciones absolutas acerca de la poesía. Yo tampoco. Y cuando creo que voy a dar con una noción aproximada, cuando siento que la tomo por el rabo, la poesía se me escapa y nunca alcanzan esas palabras. Hemos dicho que la poesía (la escrita y la no escrita) es esto y es aquello pero esto y aquello parece que nunca basta. La poesía siempre se las arregla para saltar el alambrado o atravesar los marcos y salirse del cuadro. Rompe las reglas y en ese movimiento nos hace saber que está viva. De modo que la poesía, para mí, es, sucede, y siempre es otra cosa.

¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

Publiqué tres libros de poesía: Disfraz al agua, Musas Extraviadas y En la orilla.
Participé de varias antologías y administro tres blogs. No recibí premios. El único premio que obtuve en mi vida me lo dieron en el rubro mejor actor en una obra basada en una novela de Dostoievski: El eterno marido. Actualmente trabajo en otro libro.

¿Cuándo empezó a escribir? ¿Por qué?

En la escuela primaria. Aquellas redacciones que pedían las maestras invitaban a la imaginación. Pero fue un poco más tarde que sentí un verdadero entusiasmo por las letras. Mis primeros poemas los escribí en mi adolescencia. Aunque eran poemas impresentables. Cuando me formé allá por mis veintitantos años como lector y como hombre, me fui sintiendo más seguro con mi poesía. Creo que llego a mi escritura un poco tardíamente. Me reprocho no haber leído más literatura de chico. Leía, sí, pero demasiadas historietas y revistas, y de vez en cuando algún libro y lo que me daban en la escuela.

¿Cómo definiría a su poesía?

No soy el mejor para definir mi poesía. Creo que es una búsqueda de formas. Un juego de objetos y situaciones donde el humor tiene un lugar destacado. También la melancolía lo tiene, y una necesidad de dejar una mirada sobre las cosas. Mi poesía es búsqueda y juego sobre todo.

¿Qué autores influyeron en su poética?

Todos me dejaron algo. Algunos más, otros menos. También me dejaron mucho la música, el cine, el teatro, la pintura, el humor gráfico. En cuanto a literatura tendría que nombrar a muchos autores y sería un lista demasiado extensa. Pero algunos fueron y son: Lorca, Nicolás Guillén, Gelman, Neruda, Prévert, Joan Brossa, Pizarnik, Tuñón, Cortázar, Borges, Dostoievski, Cioran, Hemingway, Rafael Alberti, Huidobro, Girondo, Monterroso, Osvaldo Soriano, Schopenhauer, Horacio Quiroga, Roberto Artl, Pessoa, Fijman, Gloria Fuertes, Galeano, Camus, Bukowski, Di Benedetto, Kafka, Cesar Vallejo, Joseph Conrad, Nicanor Parra, Miguel Hernández, Porchia y más.

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

Que llegue a quien pueda interesarle. Que guste. Pero mi primer fin es escribirla. Escribo por necesidad y necesito expresarme.

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

Uno podría ser Experimento, de Musas extraviadas. Porque creo que expreso una mirada y porque se da en ese poema lo lúdico que tanto me gusta.

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

Ha ido cambiando y renovándose según las nuevas apuestas que he encontrado y desarrollado. Me gusta el cambio y tomar por diferentes caminos. Probar con otros materiales y con nuevas formas. Creo que gané en sintaxis con los años y en una manera de expresarme más directa.

¿Para usted se nace o se hace escritor?

Yo creo que es posible que se nazca con una cierta mirada, una tendencia a mirar el mundo de determinada manera. Está la cuestión de los genes. Pero es posible que eso se aborte si uno no tiene una educación, estímulos y medios y materiales adecuados. De esto depende si alguien se hace escritor o no. Puede que sus aptitudes se mueran con él si no profundiza, si no se instruye, si no es ayudado en el contexto de una buena familia y una escuela. Y por más que uno nazca escritor, de nada sirve si vive en condiciones de extrema pobreza, pobreza de todo tipo, y no le es posible salir de eso. Así las cosas, es posible que ni siquiera se entere que ha nacido para escribir. O tal vez enfoque sus condiciones innatas en otra disciplina que no requiera demasiada instrucción.

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

Que lea y que mire el mundo. Son los consejos que me doy a mí mismo.
Y después que escriba todo lo que pueda.

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

La industria va por un lado y la poesía por otro. A veces convergen en un autor y el sueño es posible. La poesía es para minorías. Pero también lo es el conocimiento. Las sociedades, los gobiernos y las empresas en general no valoran el conocimiento, y entonces el arte también es para una minoría, una que elige y se sale del rol de ser elegida. Al poeta le queda editar sus propios libros y difundir su obra. Es todo muy a pulmón. De vez en cuando un premio facilita las cosas pero el camino sigue siendo el mismo. Es autogestión y constancia.

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

Recomendaría muchos. Pero daré uno por género:
Poesía: El libro del desasosiego. Fernando Pessoa.
Novela: Crimen y castigo. Dostoievski.
Cuento: Cuentos completos. Julio Cortázar.
Filosofía: Del inconveniente de haber nacido. Emile Cioran.
Teatro: Calígula. Albert Camus.

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?

Que son positivas. Y necesarias para alguien que escribe y quiere que lo lean. Además se puede leer qué escriben los demás y hallar autores importantes y talentosos.

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

Sólo dar gracias por esta nota.



MÁXIMO BALLESTER