Entrevista a KARINA SACERDOTE
¿Qué es para usted la poesía?
Podría decir muchas cosas y ninguna podría definirla. Definirla sería restringirla. La poesía es esto que sucede por las venas: seres como sueños que yerran, vida prendida en la piel, muerte que siempre es llanto y caricia.
¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?
Nací en Buenos Aires. Experimento, entre otras cosas, en la pintura. Escribo desde siempre. Participé de algunas antologías nacionales e internacionales de poesías y de cuentos. Estoy preparando la edición de mi primer poemario: “Confesiones frente a un rincón vacío”. Varias revistas y páginas literarias y culturales de la red, publican mis textos.
Soy directora de la revista literaria virtual Axolotl.
¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?
No sé cuál fue el momento exacto en el que comencé a escribir, cuando me di cuenta, ya estaba escribiendo. Recuerdo mi primer poema, una estrella enamorada de un cometa que, aún siendo la más hermosa de todas las estrellas, resignó su luz para guardar el instante en el que se cruzó con el amor.
La razón de escribir: mi abuela recitándome poesías y las ganas de crear palabras tan bellas como las que me mostraba ella con su voz.
¿Cómo definiría a su poesía?
No me gustan mucho las definiciones. Definir limita. Mi poesía intenta ser poesía, nada más.
¿Qué autores influyeron en su poética?
Bueno, sin duda Lorca en la voz de mi abuela fue el primero, ella lo amaba. Después llegaron otros muchos. En realidad me convertí en lectora compulsiva de poetas. Todos influyen de alguna manera, a su manera. Por supuesto que hay nombres que se quedan en nosotros y versos que se nos graban para siempre: César Vallejo, Pizarnik, Alfonsina, Witman... Puedo escribir los versos más tristes esta noche..., Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes... Rimbaud, Quasimodo, tantos...
¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?
Lograr... apenas estoy intentando parirla. Supongo que me gustaría ofrecerla a otros y que sea bien recibida.
¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?
Elegir un poema dependerá siempre de las circunstancias. Hoy elegiría “Y enseguida anochece” de Salvatore Quasimodo porque me resulta la más vasta imagen del paso de la vida.
¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Cambió mucho y nada. En definitiva soy la misma pero diferente y lo que siento y pienso es lo mismo pero distinto. Uno crece con el tiempo y crece también el tiempo dedicado a escribir. La dedicación siempre dará sus frutos.
¿Para usted se nace o se hace escritor?
Las dos cosas. Como decía antes, la dedicación siempre da sus frutos y hay que ofrendarse a escribir para escribir.
¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?
Que diga lo que tenga ganas de decir, que grite lo que tenga ganas de gritar, que susurre lo que desee susurrar. Que respire y luego haga crecer eso que dice.
¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Ya ves que no tengo libros editados, está sobreentendido que lo veo difícil. El poder económico influye bastante. Las editoriales no se preocupan por la Literatura. Mientras ellos prefieren editar frivolidades, los poetas tendrán que seguir juntando pesos para hacer realidad sus sueños.
Si tendría que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?
Yo creo que ningún escritor, sea poeta o narrador, debería negarse leer las obras completas de Federico García Lorca, César Vallejo, Alejandra Pizarnik y tantos otros grandes poetas que ya no están.
Como diría Mario Luzi “Siempre es posible crearse un momento propicio para el encuentro con la palabra de un poeta y encender la chispa.”
¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?
Diría que son muy importantes para aquellos que escriben y desean “mostrar” sus textos. Gracias a estos espacios se encuentra a gente que nos lee y habla de nuestra poesía. Posibilitan aquello que todo el que escribe desea, compartir lo que escribe.
Por último ¿Quiere usted agregar algo?
Un gracias inmenso al poeta Gustavo Tisocco, mi amigo, por este espacio y por permitirme ser parte.
1 Comments:
David Antonio Sorbille dijo...
Querida Karina: celebro tus palabras que sintetizan tu pasión tan humana y tan poética.
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