Entrevista a ALBERTO PEYRANO
¿Qué es para usted la poesía?
Es lo más difícil de definir pues desde un estado del alma surge el poema, en lenguaje también de alma. Creo que netamente pertenece al hemisferio cerebral derecho, donde el idioma de los símbolos tiene su reino, más allá de la lógica y de la racionalidad. La poesía viene de esa tierra de nadie y de todos, donde la universalidad impera, el mismo territorio de lo onírico, de los mitos, de los cuentos de hadas y de las leyendas, alimentados por el inconciente colectivo. Por eso, tratar de definir la Poesía me parece que es imposible, puedo sentirlo, pero no expresarlo con palabras.
¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?
Mis huellas han quedado en un camino de producción continua y sin pausa. Mi vida sensible me condujo a la poesía, mis emociones y sentimientos (caudal subjetivo ciento por ciento) aunados con hechos externos vividos por mí o que me impresionaron, me llevaron a escribir, desde muy temprano, no sólo poesía sino narrativa y reflexiones a manera de ensayos (soy más narrador que poeta si hablamos de cantidad pues la poesía ha merecido solamente mi intimidad y mis momentos más intensamente vividos). También he incursionado en la redacción periodística y de investigación científica, abarcando por ende varios géneros en el quehacer literario. Todo ello, claro, unidos a mis necesidades de expresión y mis distintos quehaceres profesionales. Varios maestros a los que agradezco profundamente, fueron puliendo mi estilo. Mi paso por sus aulas, que aún continúan, me dan fuerzas y múltiples motivaciones como para continuar. Por eso no podría dejar de nombrar a quienes les debo tanto en mi carrera literaria: ayer los escritores Eduardo Gudiño Kieffer y Enrique Medina (con Enrique estuve siete años) y hoy la poeta María del Mar Estrella (con quien ya llevo quince años de trabajo intensivo).
A la hora de publicar, encontré muchos contratiempos unidos con la faz económica y las luchas de poder, y no soy de los que se desesperan por publicar, por eso relegué ese sueño altamente cultivado hasta que llegó cierta oportunidad de poder concretar una edición, ya agotada, “Lágrima de trébol”, que luego puse en Internet. Después llegaron, gracias a la Editora de Drica del Nero de Brasil, tres e-books: el rescate de “Lágrima de Trébol”, al que sumé “Cancionero” y “A la luz del sol”. Betsy Calisto de Chile me facilitó la edición también en e-book de mi poema “Desde lo profundo”, única obra en ese libro. Y Yara Nazaré, de Brasilia, editó una muestra de mis poemas en portugués en el e-book “Vôo da alma”.
En cuanto a la faz “galardones”, he logrado algunos sin proponérmelo. Una sola vez mandé un poema a un concurso, sólo para ver qué pasaba, y gané una medalla de plata. He recibido los “trofeos” de algunas publicaciones en medios importantes como “Clarín” o “La Maga”, aquí en la Argentina, o “La Voz de Córdoba” en España, que publicó mi primer soneto. También me sentí “premiado” por la vida cuando me nombraron “visitante ilustre” en la ciudad de Villa María, Córdoba, hace pocos días. Y dos importantes publicaciones de internet también me han concedido premios: las revistas “Estrellas y Latidos” y “Trujillo em Foco”
Mi actividad literaria actual pasa por la producción propia y la difusión de poetas. Mucho ayudó en ello el ser nombrado fundador del capítulo argentino del IPU (Instituto de la Poesía Universal) y también a partir de algunas tareas cibernéticas ya conocidas por el gran público, como los trabajos cerrados “Paisajes de ruinas” y “Las diosas y los poetas”, y el continuamente abierto, permanente homenaje a la Poesía, actualizado una vez por año, que es “La Cantoría de los Juglares” para poetas en idiomas castellano y portugués y que en su primera edición de este año, alcanzó a reunir 208 poetas de los cinco continentes. Desde mi página personal y desde las que me invitan, voy dando a conocer mi producción. Y también desde dos revistas virtuales “Estrellas y Latidos” y “Expresiones” donde no escribo poesía sino que abordo otros temas de cultura general.
¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?
Más o menos a los diez años. Me gustaban los conejos y les hice un versito. Y así fueron desfilando en estrofas algunos de mis gustos, especialmente para animales al principio. Y a los 13 escribí mi primer “poema” de amor. Luego seguí ya con otros temas y no paré hasta hoy. Si esto ha sido navegar en la vida con la Poesía, ya he cumplido las bodas de oro con ella.
¿Cómo definiría a su poesía?
Natural, simple, clara y es un reflejo de mí mismo. No soy un intelectual, a mi poesía la entiende todo el mundo, desde el ama de casa que vive en una chacra y no se ha instruido, hasta el más prestigioso de los científicos.
¿Qué autores influyeron en su poética?
Hay dos autores que siguen ganando mis preferencias: Alfonsina Storni y Federico García Lorca. He leído toda su obra varias veces y continúo haciéndolo. Y con el tiempo se fueron sumando María del Mar Estrella, Olga Orozco, Antonio Gala, Juan L. Ortiz, Jaro Godoy, Jaime Gil de Biedma, y el espectro se sigue ampliando.
¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?
Que el poeta genere un compromiso de por vida con lo que escribe y que su intención se dirija apuntando hacia la Fraternidad Universal. No toda la gente goza del privilegio de poder ser poeta, y lo llamo así, porque somos portadores de mensajes universales que a todos deben llegar desde nuestros versos, por eso es tan cierto aquello de que “el poeta es la voz del pueblo”, ayudando a abrir conciencias desde una perspectiva universal y fraterna. También es cierto que a quienes más temen los poderes establecidos es a los poetas, pues ellos abren conciencias y generan libertad.
¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?
Uniendo la respuesta con lo que acabo de afirmar antes, elijo “El pecado original”, un mensaje para recobrar el cielo perdido a partir de meternos en las cosas más claras y simples de la vida.
¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
Bastante. Te diría que mucho. Mi lenguaje literario todo, se ha ido puliendo con los años y también a partir de mis maestros, aunado con una férrea voluntad de crecimiento y perfección. Si te comparara al mismo con dos imágenes que describan el “antes” y el “ahora” de mi escritura, puedo comparar el “antes” con una tupida selva y el “ahora” con un cuidado y esmerado jardincito sin dejar de aspirar a construir, en el “después”, un inmenso y bien diseñado “parque”.
¿Para usted se nace o se hace escritor?
Se nace y se hace. Quien crea que no nació escritor, indagando y pesquisando en el pasado hallaremos siempre indicios que nos remitan a su producción actual. Hemos nacido con nuestro potencial y lo hemos desarrollado en la medida en que la vida vivida y experimentada nos lo permitió, unos antes, otros después. Pero una cosa es la vocación y el don de escribir y otra es el trabajo posterior que hay que encarar sobre ello. Milagros no hay, el único milagro es el trabajo. Y ahí es cuando el escritor “se hace”. Si no hay capital y materia prima previos, no habrá resultados por más que se lo intente. Sólo una parte de la humanidad puede ser escritor, por eso no hay que pedir peras al olmo. Conozco personas que escriben “poemas” sin revisarlos, corregirlos, pulirlos, con una ignorancia total de lo que es el Arte y ese “arrojo” les cuesta la ignorancia y el abandono del público por haber dado a luz y mostrado una criatura sucia y sin vestir. Por el contrario, conozco otros que no dejan de corregir y les cuesta largar una obra para el público, esclavizados en una intensa tarea de alumbrar la perfección, a veces hasta demorando la oportunidad de ser conocido. Creo que los dos extremos son malos. Lo bueno es saber que damos un hijo del espíritu al mundo y que ese hijo tiene que ser el mejor, el más bonito, el que nos enorgullezca por haberlo parido y que una vez nacido, ya no es nuestro, es del lector y del mundo que vendrá y en él crecerá.
¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?
Que sea fiel consigo mismo, que nunca escriba algo por encargo o por compromiso y que ame su obra como a su propio hijo, sabiendo que ha dado al mundo lo mejor de sí mismo. Y que ese hijo, en un futuro, es el único que hablará sinceramente bien de él.
¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?
Hay mucho abuso con la necesidad del creador. Los precios son inaccesibles para un bolsillo de la clase media y eso permite y genera la lucha de poderes entre los que publican y entre los que no. Cierta vez, un poeta me dijo, “si no tenés obra publicada no sos escritor” y este desatino, lamentablemente, gana terreno todos los días para las conciencias estrechas y mezquinas.
Si tendría que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?
Creo que muchos, porque los hay y muy buenos. Pero en base a lo afirmado en la pregunta anterior, cuánto talento suelto hay por ahí que no se lo conoce porque no está publicado. Y la culpa de esto la tiene la industria editorial actual. Así que si recomendara una obra, el consejo sería dado a medias. No obstante, los clásicos nunca deben ser descartados. Ellos han abierto el camino y permanecen. Y nos siguen formando e inspirando. Son modelos a seguir, perennes, que nunca deben olvidarse, con el respeto que nos merecen y por el bien que nos hacen al llegar a nuestras manos y a nuestra inspiración. Siguen nutriendo desde la permanencia, y de la mejor manera.
¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter, blogs etc?
Afortunadamente existen y han comenzado a proliferar. Internet es un nuevo medio de difusión al que hay que agradecer que haya hecho su aparición en este momento casi apocalíptico del mundo y de la sociedad. Hay sitios realmente admirables, otros muy solidarios, algunos con la mejor intención, y que van cumpliendo un noble objetivo que a todos nos satisface: nos dan un lugar digno para publicar lo nuestro y poder decir “presentes” en el mundo de la literatura. No obstante, hay otros que son secuelas del mundo editorial y que cobran por publicar. Desde el momento que hay espacios que se dan gratuitamente, aquellos mercaderes de la sensibilidad de los poetas y del talento ajeno debieran ser descartados, como los concursos donde también hay que pagar, nuevo filón puesto en boga y al cual se han rendido algunos incautos.
Por último ¿Quiere usted agregar algo?
Gracias Gustavo Tisocco, por existir y por ser como sos, hermanándote con los poetas y cediendo generosamente tu espacio para difundirlos. Sos un ejemplo a seguir y te agradezco la oportunidad de esta entrevista.
Alberto Peyrano
5 Comments:
EXCELENTE REPORTAJE A ALBERTO PEYRANO Y EXCELENTES RESPUESTAS QUE POENEN DE MANIFIESTO SU CORAZON GENEROSO Y TRANSPARENTE..UN ABRAZO A ALBERTO Y A GUSTAVO TISOCCO POR SU PAGINA,TAN NECESARIA...MARIA DEL MAR
Congratulaciones Alberto por tus trabajos literarios...Gracias Gustavo por tu sensacional blog y por congregar a tantos poetas de excelencia.
Abrazos y besoos para ambos
Raquel
Querido Alberto, haber conocido tu calidad humana y la belleza de tu poesía se conmplementa con este excelente reportaje.
Catalina
Querido Alberto :
Te Felicito por el Excelente reportaje al que te has sometido y por las valiosas respuestas que hay en El
Mil cariños Ana María
Estimado poeta me agrada su trabajo literario, mucho!
pero siendo presidente del Ateneo Poètico Argentino le he cursado invitaciòn (VÌA MAIL) para homenajearlo y darlo a conocer para muchos poetas, (EN ENCUENTROS CULTURALES) /realicè 36 en cada año
entre 2004/2006 /
Nunca he tenido respuesta suya, cosa que he lamentado. hoy lo sigo admirando!
pero creo que no hay que ser estrella lejana.
con Marìa del Mar, a quien admiro mucho, tambièn nos ocurriò lo mismo.
parece que el brillo cuando se alcanza, tambièn es egoista.
mi saludo y mayor mi admiraciòn.
LIDIA CARRIZO
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