Monday, February 27, 2023

Entrevista a OHUANTA SALAZAR

 


 

¿Qué es para usted la poesía?

 

Para mí, poesía es Diana Bellessi, la voz de mi hijo Facu y la musiquita de los pasitos desiguales de mi mamá.

 

¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

 

Nací en una casa quinta en Obanta a los pies de los cerros tucumanos, terminé la primaria en Jujuy en otros cerros. Después crucé el río Paraná y cursé la facultad en Oro Verde, un pueblito hermoso en la provincia de Entre Ríos. Creo que toda esa mixtura de lugares forma la urdimbre de lo que soy y de lo que escribo.

En cuanto a obras publicadas tengo muy poco. Patios de Obanta (Ed Tahiel, 2017); una colección de poemas La Revancha de mis Pedazos (Ed. Tersites, 2018); Parada Obanta (Ed. Tren Instantáneo, 2022).

Diversas antologías: Bardos y Desbordes II (Ed. Tersites, 2019); Antologías Poetas de Tucumán 1960 2000 (Ed Humanitas, 2021). 

Acaso pueda decirse que es un premio el haber sido seleccionada para la Antología Homenaje a Nicanor Parra (Ed.3+1, 2018).

 

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

 

A los 7 u 8 años de edad, cuando en la escuela me enseñaron un poema de Alfonsina Storni y quedé maravillada. Creí que era un cuento con renglones cortitos. Desde ese momento yo escribía todo (una cartita o tarjetita, cualquier cosa) en forma de poema sin saber nada de versos ni poesía. 

 

¿Cómo definiría a su poesía?

 

No sé. ¿Lírica? ¿Social?

 

¿Qué autores influyeron en su poética?

 

Diversos. Cada uno desde su poética. 

ALFONSINA STORNI; DIANA BELLESSI; SUSANA THÉNON; OLGA OROZCO; JUAN GELMAN; JUAN L. ORTIZ; MANUEL CASTILLA; F. G LORCA; M. HERNÁNDEZ, ÚRSULA K. LE GUIN; JOSÉ WATANABE; CÉSAR VALLEJOS.

Seguramente e injustamente debo estar olvidándome de algunos. 

 

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética? 

 

No lo sé. Será, acaso algún día, escribir como lo que me gusta leer. 

 

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué? 

 

Confianzas, de Juan Gelman. 

Porque cada vez que lo leo, siento que me inspira a escribir.

 

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años? 

 

Pasé por varias etapas inevitables. En principio fue como juego, buscar la pura estética. Después el puro contenido, sentido.

Por suerte tuve hermosos maestros que me orientaron a lo largo de los años. Actualmente con la Diana Bellessi voy comprendiendo que “la poesía es ritmo con algo de sentido”, como ella dice. 

A veces me encuentra la metáfora (porque no la encuentro yo) y particularmente, me voy sintiendo más cómoda usando la imagen para decir. 

Ahora si te referís a la forma en que uno usa el lenguaje, a la oralidad si se quiere, también pasé por varias etapas. “La materia modifica a la mente”, como dice Úrsula Le Guin, y aunque mi lenguaje está arraigado a la oralidad norteña también fui habitando y fui habitada por el ambiente. Estuve atenta a los aportes que me hicieron y me hacen maestros por lo cual traté de escribir como entrerriana, como porteña, etc. Con el tiempo (cuando comencé a trabajar mis poemas con Diana Bellessi) aprendí a atesorar y explorar mi lenguaje y mi lírica. Si bien el ambiente me modifica, (y lo hará siempre) mi decir es el idioma con el que leo el entorno. Me hace feliz escribir en el idioma con que comprendo al mundo. Es mi último reducto de resistencia al tiempo y a la distancia. Como si fuera mi pequeño pedazo de pacha que traigo lejos de mi terruño. 

 

¿Para usted se nace o se hace escritor? 

 

Tengo más dudas que certezas acerca del tema, pero creo que uno no nace siendo algo preciso. También creo que uno sólo no hace nada, todo lo que logramos es colectivo o se debe a un contexto. Aquí citaré de nuevo a Úrsula, “la materia modifica a la mente”. Creo que podemos ser lo que sea con un contexto que nos permita eso.

Yo nací en una familia que tenía biblioteca y con unos abuelos que recitaban poesía en la galería de Obanta. No sufrí hambre ni frío, pero sufrí de otras cosas. Me rodearon adultos hermosos que me enseñaron las letras y la belleza. También estuve con adultos terribles que, de alguna manera al provocar dolor, generaron en mí la necesidad de buscar/inventar otra realidad. Pude encontrarla en la literatura, en la poesía. Todas las personas y cosas que estuvieron en mi vida tejieron y destejieron la urdimbre de lo que soy.  No sé si hoy escribiría de haber nacido en otra realidad. Por lo cual no creo que “nací o me hice” escritora, me hicieron. 

 

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA? 

 

Creo que ninguno.

Lo leería y en caso de gustarme lo que escribe procuraría decírselo.  

 

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial? 

 

Creo fuertemente en las editoriales independientes. Son quienes sostienen la libertad de escritura. También creo que haría falta una análoga “ley de medios” específica para editoriales. Así se podría evitar que grandes mega editoriales (Random House, por ejemplo) siguieran adueñándose de todas las demás editoriales. Eso causó y causa que lo que se lee está circunscripto a ciertas ideologías hegemónicas. Parafraseando al presidente Correa, la libertad de expresión en realidad la establece el dueño de la imprenta. Así la libertad con la que escribe y piensa una sociedad está determinada por las decisiones de una editorial monopólica.

 

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría? 

 

Qué difícil recomendar uno solo.

La pequeña voz del mundo de D. Bellessi; Obras reunidas de Bellessi; Madariaga; J Gelman; Bignozzi; Thénon; O. Orozco.

 

Cualquier libro de mis autores actuales favoritos; Ocean Vuong; G Tisocco; Pola Gomez Codina y María Belén Aguirre. 

 

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, newsletter,  blogs, etc? 

 

IMPRESCINDIBLES. Las más populares formas de pelearle a la hegemonía. 

 

Por último ¿Quiere usted agregar algo? 

 

Sí. Agradecer tu dedicación y tu hermosa locura que mejora este mundo.

 

Ohuanta Salazar

Poema de SILVIA SUSANA DURRUTY

 


 

¿Qué es para usted la poesía?

 

Para mí la poesía es apertura. Apertura de agua, de aire, de música, de significados. Poesía como un silbido de aire, una respiración del espacio*.

 

¿Podría usted contarnos  un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

 

Participo de talleres de escritura. De poesía y de narrativa. Recibí premios y menciones en poesía y cuento. Publiqué mi primer poemario en el año 2020 titulado "Los bordes de la ternura".

 

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

 

La lectura y la escritura siempre estuvieron, desde pequeña.  Me gustaba mucho explayarme en las redacciones en la escuela. Una de mis maestras de primaria, yo era muy chica, le expresó a mi madre que yo iba a ser escritora. Siempre elegí el lenguaje escrito como modo de darme a entender. Con el nacimiento de mis hijas comencé a escribir cuentos que luego les narraba y poemas algunos muy divertidos que aún recuerdan. Con el transcurso de los años escribí en un periódico zonal, la contratapa, durante varios años. Ensayos sobre temas diversos, relatos, cuentos y fundamentalmente poesía que es lo que más me atrae y me motiva. Internet me dio la posibilidad de participar en certámenes, de publicar, de encontrar maneras de desarrollar esta actividad que me apasiona.

 

¿Cómo definiría a su poesía?

 

Es una poesía que busca expresar emociones con la mayor economía de palabras posible. Es a la vez intensa. Surge siempre de alguna circunstancia y/o ánimo particular.

 

¿Qué autores influyeron en su poética?

 

Muchos. La genialidad de Borges y Cortázar, infinitos ambos. La poesía argentina especialmente. Me gustan mucho los poemas de Raúl Gustavo Aguirre. Y la poesía de muchos poetas contemporáneos.

 

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

 

Lo esencial para mí es la comunicación. En la literatura y en la vida. Que me lean es para mí lograr, de algún modo, que me escuchen. Así como leer es para mí hallar revelaciones que me completan e iluminan.

 

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

 

Me gusta el poema "Búsquenme" tal vez porque soy bastante solitaria. Aún así siempre estoy atenta al ser y estar de los otros. Es una invitación para decir de alguna manera: aquí estoy.

 

- Búsquenme

donde se esconde el sol -

en la grieta invisible

de un cristal

quebrado.

 

En el silencio

del ruido incesante

en la palabra guardada

en la fortaleza

de una gota de agua

frágil.

 

Búsquenme

en la sombra que dibuja

una hoja de árbol

al caer.

 

Búsquenme

en la lágrima

que esconde el grito

ahogado.

 

Búsquenme

en la fiebre que producen

el miedo

y el hambre.

 

En los árboles rojos

que incendian el invierno.

 

En una tarde de incienso

y cuaderno.

 

En el latido de un reloj

que se rebela.

 

En la caricia que no fue

 

hasta encontrarme.

 

Silvia  Susana Durruty

 

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

 

Se fue puliendo con los años. Y aún me queda mucho camino por delante. Siempre sigo aprendiendo.

 

¿Para usted se nace o se hace escritor?

 

Y yo diría que se nace en el sentido que para escribir es necesario "leer" (tener una mirada) muy especial acerca de la realidad. Luego seremos más o menos hábiles para poner esas percepciones en palabras.

 

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

 

Que insistan. Que insistan siempre.

 

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

 

No tengo mucho conocimiento al respecto. Si sé que es duro para los autores publicar y comercializar sus libros.

 

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

 

Me surgen muchos títulos. Menciono algunos que por alguna razón dejaron una huella en mí:

Los conjurados, de Jorge Luis Borges

Puente colgante, de Luis Gruss

El desencuentro, de Eduardo Alvarez Tuñón

 

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter,  blogs etc?

 

Me parecen excelentes esos sitios. Dan posibilidad a muchos autores de hacerse conocer. Excepto que a veces es tanta la cantidad de información valiosa que se hace difícil de abarcar.

 

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

 

Que agradezco al blog Mis Poetas Contemporáneos que me integró a su listado de autores y me dio la posibilidad de publicar en varias oportunidades. Que felicito a Gustavo Tisocco por su amplia dedicación a la poesía y a la cultura.

  

*de Claudio Sánchez, "Improvisaciones para salir de la jaula"

 

Silvia Susana Durruty

Saturday, February 25, 2023

Entrevista a ADELA MARGARITA SALAS

 


 

¿Qué es para usted la poesía?

 

. -Como frase bonita, “Trazos del alma”. En realidad, una manera de expresar mis emociones, mis sueños, ilusiones y un jugar con la fantasía. 

 

¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

 

. -Mi vida ha sido y sigue aun siendo un “hacer lo que siento y deseo, en libertad”. Por supuesto con las limitaciones de los imprevistos que el vivir tiene. Pero le estoy muy agradecida, me dio mucho más de lo que me ha quitado.

En cuanto a lo literario, me sorprenden todas las posibilidades que, me ha brindado este mundo tan fantástico de las letras. Tengo seis libros publicados, de los cuales tres, fueron por Edición por premio de certamen y uno de edición compartida con el autor ecuatoriano Omar E. Martínez Meza. Además, tengo publicaciones en 185 antologías, tanto en el orden nacional como internacional.

He recibido más de doscientos reconocimientos, entre primeros premios, otros menores, menciones y también premios de reconocimiento por trayectoria. (Ninguno comprado, todos de organismos oficiales, otros de grupos literarios y también de editoriales varias).

En cuanto a mis actividades, desde el 2005, no paré de participar en encuentros de escritores, congresos, talleres literarios, cafés, y diferentes eventos, conociendo, a raíz de eso, todas las provincias argentinas, salvo Formosa, que, me falta aún.

Las letras me llevaron también al exterior, a México dos veces, Cuba, Israel, Mozambique, España y cuatro veces a Ecuador.

Además, tengo actividades de Promotora cultural, dictado de Talleres en escuelas, tanto para niños como adultos y en muchas ocasiones, invitada a dar Talleres para escritores.

Muchos colegas, me tuvieron confianza para que realice corrección de sus libros, inclusive novela y, muchos más me dieron el Honor de hacerme partícipe de sus libros, prologando los mismos.

 

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

 

. -Desde la adolescencia, por un amor platónico, luego porque me gustaba describir el entorno, circunstancias de mi vida y de otros, soy una enamorada del amor, y destacar lo bueno y lo malo desde lo social.

Y sigo escribiendo porque quiero perfeccionar mis trabajos, que, en realidad, no los tomo como tal sino, como un placer de mis últimos años.

 

¿Cómo definiría a su poesía?

 

. - ¿Poesía? Quizá sean algunas logradas…Defino mis escritos, como un modo de expresar sentimientos y emociones, con el intento de que posean valor lírico.

 

¿Qué autores influyeron en su poética?

 

. - Bécquer, Espronceda, Austen, Neruda, Benedetti y muchos más. Además de escribir, también me gustó siempre leer. Desde hace unos años, me dedico a leer autores contemporáneos y especialmente de mi entorno.

 

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

 

. - En realidad, NO escribo para un logro especial establecido, escribo porque me gusta, me hace sentir bien o sea por placer. Por supuesto que me agrada saber que, algunos me leen…

 

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

 

. - No podría elegir uno. Los poemas son como los hijos. Cada uno de ellos fueron elegidos al escribirlos y releerlos, es retomar la emoción por lo cual fueron escritos.

 

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

 

. - Hoy, tengo un mejor lenguaje que años atrás, pero espero que, en el tiempo que sigue, logre mayor perfección.

 

¿Para usted se nace o se hace escritor?

 

. - Creo que debe haber “algo” interno que nos lleva a querer escribir, más, para ser escritor, hay que trabajar leyendo y escribiendo mucho, para aprender y perfeccionarse.

 

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

 

. - Serían sugerencias…Leer mucho. Escribir, tachar y volver a escribir y siempre, para corregir lo escrito, leerlo en voz alta.

 

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

 

El único problema para editar, es carecer del dinero para hacerlo. No hay rigor selectivo en editoriales netamente comerciales. Hay sí, muchas más serias, que seleccionan las obras. Los libros parecen caros, pero quizá, creo que son los sueldo los que están baratos.

 

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc. ¿Cuáles recomendaría?

 

. - En poesías, un clásico será a Benedetti.

Carmen Laforet, por su obra NADA.

María Teresa Andruetto, para lecturas infantiles y de jóvenes.

Y como dije antes, leer a mis congéneres, es mi hábito actual. Y no por quedar bien, los títulos de Gustavo Tisocco, de muchos autores publicados en Grupos de difusión como Mispoetascontemporáneos y otros donde se puede leer y publicar a la vez.

Participar en Encuentros, enriquece en el hecho de adquirir libros e intercambiar con una diversidad de autores actuales. 

 

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter,  blogs etc?

 

. – Que son alternativas que ayudan a difundirnos. La Pandemia, con su instancia de encierro, nos llevó a salir al mundo desde esos espacios y hoy, siguen vigentes. 

 

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

 

. – El universo de quienes estamos en esto, es muy diverso no sólo en temática y formas de escritos, sino de personalidades y actitudes de los autores. Hay muchos solidarios que difunden y abren espacios para ello. Agradecer a todos, porque a través de ese accionar estamos interactuando. Entre varios, un MUCHAS GRACIAS GUSTAVO, por considerarnos y darnos a conocer.

 

Adela Margarita Salas / San Justo, provincia de Bs. As.

salas514@gmail.com

Wednesday, February 22, 2023

Entrevista a NORA SZTRUM

 


 

¿Qué es para usted la poesía?

 

"La vida en la vida", decía Katherine Mansfield en su Diario, y me lo decía cuando lo leí.

Otro mundo en este mundo. Liberación y fiesta de las palabras.

Música.

Irrupción de otro ritmo en lo habitual.

Celebración.

Descubrimiento de lo viviente del lenguaje.

Y un montón de cosas más aún no dichas.


¿Podría usted contarnos  un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?


De una manera o de otra, buena parte de mi vida transcurre - como la de todxs- entre las palabras.

Para mí eso sucede con el psicoanálisis en mi práctica de analista.Y también, y de otro modo, con la poesía a la hora de escribir.

Buscar diferencias, encontrar ritmos,  sentidos inesperados,  tramas, la maravilla del otro como sorpresa cada vez. 

Publiqué mi primer libro de poemas en 2003, Libros rotos,  por Alción Editora.  Luego vinieron Derrotero (2016), Creo que fue un huracán (2018), Clarita clandestina (2019) y Estafeta postal (2022). Todos por Alción.

Tengo terminado otro libro que saldrá, espero, a fin de este año por Salta el pez.

El premio es seguir escribiendo y que haya lectores.

 

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

 

Temprano. Cuando aprendí a leer y a escribir. Estaba llena de libros la casa de mi infancia. Leer era un refugio, una casita en la casa. Y de leer vino escribir. Era parte de ese mundo.

 

¿Cómo definiría a su poesía?

 

No me es posible definirla. Sé que va cambiando y eso me alegra. Está viva.

 

¿Qué autores influyeron en su poética?

 

Creo que primero fue Girondo. Pero hubo Bayley y Borges y Dostoyevski y María Elena Walsh, incluso, por oposición, el realismo socialista,  y Freud y Lacan y Cervantes. Pero también Catulo, Miguel Abuelo, Sor Juana, Lucrecio,  Marcel Schwob y Homero Manzi. La lista sigue…

 

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?


Mantener viva la lengua y compartir esa vida.

 

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?


Nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada. De Edgar Bayley

Un himno a la poesía,  para mí.

Me ha acompañado este poema en los oscuros días de la dictadura como lucecita humilde y potente. Lo agradezco.

 

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?


Me parece que se liberó un poco.  Pudo cantar,  rimar sin prejuicios,  incluso rima consonante! Y también, ahora,  salir de ahí.  La poesía está viva y lo celebro.

 

¿Para usted se nace o se hace escritor?


Se hace,  por supuesto  La vida se hace y el escritor también.

 

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?


Confiar en el lenguaje. Leer las Cartas a un joven poeta.  Rilke  está vigente. Nos enseña.

 

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?


No soy conocedora.  Sólo puedo decir que celebro la existencia de las editoriales independientes.  Y que la industria editorial tiene enormes dificultades como todos los argentinos de bien las tenemos.

 

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

 

Los libros de Alicia, de Lewis Carroll, la obra de Leónidas Escudero,  la de Néstor Sánchez…

 

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter,  blogs etc?

 

Son un hecho contemporáneo.  No estoy en condiciones de opinar.  Recibo el impacto.

 

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

 

Muchísimas gracias por hacerme pensar en las respuestas!!!

  

Nora Sztrum

Monday, February 20, 2023

Entrevista a CÉSAR CANTONI

 


 

¿Qué es para usted la poesía?

 

La poesía es una relación misteriosa entre el lenguaje y el lado inefable de la realidad, que el poeta percibe intuitivamente. 

 

¿Podría usted contarnos un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

 

Nací en el Hospital Español de La Plata el 23 de febrero de 1951 y vivo en el barrio platense de Villa Elvira. Desciendo de lombardos por vía paterna y de gallegos por vía materna. Pase una infancia y una adolescencia felices, sin sobresaltos ni privaciones. Estudié Derecho y cumplí con el Servicio Militar Obligatorio en el, por entonces, Batallón de Comunicaciones y Comando 101 con asiento en City Bell, donde entretuve mis noches de guardia recitándoles versos a los grillos y a la luna. Hasta los veinte años no sabía si iba a ser jugador de fútbol, ajedrecista o escritor. Finalmente, prevaleció la escritura. Hoy tengo doce libros de poesía publicados (incluida una antología personal), uno de aforismos y dos cuadernillos (un poemario y una crónica sobre el Grupo Literario Latencia, que integré a fines de los años 70). Figuro en una treintena de antologías y compilaciones poéticas. Algunos de mis poemas fueron traducidos al inglés, francés, italiano, portugués, catalán, griego, ruso y albanés. También publiqué artículos y críticas en diarios, revistas y páginas virtuales. Desde 2012, administro el blog de poesía platense “Los poetas no van al cielo”. En cuanto a los premios obtenidos, ya hace mucho que los borré de mi currículo literario por entender que no suman nada a la obra en sí misma y sólo son motivo de ostentación. Coincido, al respecto, con Ana Emilia Lahitte cuando expresa: “Para un escritor que se respete, sabido es que sólo cuenta el juicio –favorable o no– de sus pares y de los pocos, necesariamente pocos maestros que nos rodean. Incluso, las distinciones, los premios, no agregan un ápice a la jerarquía de un escritor, de un artista. Contribuyen, sí, a su difusión y son los premios los que se enriquecen cuando están bien acordados”. 

 

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

 

Empecé a escribir cuando iba a la escuela primaria. Entonces, escribía unos poemas muy sencillos y musicales, a imitación de los que leía en los libros de lectura de la época. Escribía instintivamente, sin saber por qué lo hacía. La poesía era para mí como una función fisiológica más, como orinar o respirar. Así continué escribiendo hasta que el acto de escribir se volvió una labor consciente, una forma de asignarle un sentido a la existencia, y decidí publicar mis primeros poemas. 

 

¿Cómo definiría a su poesía?

 

Considero que el autor no es la persona más indicada para referirse a su obra. De todos modos, para no eludir la pregunta voy a responder sintéticamente, no definiendo mi poesía sino esbozando algo de mi propósito creador, para lo cual recurriré a palabras que ya empleé en otra oportunidad: “Que la reflexión no excluya la emoción poética y que el concepto –eje vertebrador del poema– encuentre su justa carnadura en imágenes del mundo físico, preferentemente domésticas y urbanas”. Queda a cargo de los lectores juzgar el resultado. 

 

¿Qué autores influyeron en su poética?

 

Muchos, por cierto. Algunos, incluso, sin que yo lo sepa. El primero que signó mi creación, a fines de los años 60, fue Neruda, que, con sus consignas sociales y su poesía amorosa, era un poeta insoslayable para los jóvenes entusiastas que escribíamos versos. Debo reconocer, asimismo, que siempre leí con placer e interés a los griegos (Kavafis, Seferis, Elytis, Ritsos...) y a los italianos (Montale, Quasimodo, Ungaretti, Pasolini, Saba, Pavese...), pero, quizá, los que mayor gravitación tuvieron sobre mi obra fueron los anglosajones, tanto ingleses (Lawrence, Auden, Spender, Larkin...) como norteamericanos (Pound, Eliot, Masters, Stevens, Williams, Lowell...). Lo que me atrae de estos últimos es el carácter conceptual y realista que, en términos generales, posee su poesía. Entre los argentinos, Giannuzzi me hizo volver la mirada hacia la cotidianidad, y Borges y Castillo me adiestraron en el manejo del lenguaje. 

 

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

 

Cuando era joven soñaba “cambiar la vida”, azuzado por Rimbaud. Eran años utópicos en que los sueños iban atados a la poesía. Hoy ya no creo que ésta pueda salvar al mundo, como auguraba Ginsberg, modificar la realidad ni producir grandes transformaciones colectivas. En lugar de ello, me gustaría que mi poesía instara a reflexionar al lector, pero también que fuera capaz de conmoverlo, de transferirle el sentimiento poético que hizo propicia su creación. 

 

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

 

Es una pregunta ciertamente difícil. Son muchos los poemas que podría mencionar. Pienso ahora en los “Cuatro cuartetos”,  de Eliot, en “Mithistórima”, de Seferis, en los poemas de Pessoa, de Quasimodo, de Montale, de Kavafis, de Vallejo... En fin, tantos... Aun así, quiero recordar de manera especial “Romiosini”, de Yannis Ritsos, traducido por Horacio Castillo. Lo destaco porque es un poema de enorme trascendencia y porque, además, posee una belleza incomparable. 

 

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

 

No creo que haya cambiado demasiado. La claridad, la economía verbal y la precisión han sido siempre las características principales de mi escritura. Y siguen siéndolo. 

 

¿Para usted se nace o se hace escritor?

 

Así como un músico necesita conocer el instrumento que toca, el poeta necesita conocer el propio; o sea, el lenguaje poético. Cuánto más lo conozca, mayor será el provecho que pueda obtener del mismo. La poesía exige, pues, un aprendizaje, pero lo que establece la diferencia entre los buenos y los malos poetas es el don natural. 

 

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

 

No me siento autorizado para aconsejar a nadie, ni siquiera a los más jóvenes. Sólo les recomendaría que lean mucho, desde los clásicos hasta los diarios. La lectura es un presupuesto sine qua non para escribir poesía. 

 

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

 

La industria editorial es algo que no me preocupa demasiado. La poesía siempre estuvo al margen de los carriles comerciales, lo que no impide que circule subterráneamente. Ella responde a una necesidad, no a un interés. Ya lo dijo Guillermo Boido: “La poesía no se vende/ porque/ la poesía no se vende”. 

 

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

 

Otra pregunta difícil de responder. ¡Hay tantos libros para recomendar! Sólo a título ilustrativo citaré los “Cuentos”, de O. Henry, “El extranjero”, de Abert Camus y los “Cuatro cuartetos”, de T. S. Eliot. 

 

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter,  blogs etc?

 

Todas las formas de difusión citadas son importantes: contribuyen a dar visibilidad a la poesía y permiten acercarse a muchos autores que, de otro modo, no sería fácil conocer. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los formatos digitales cambian rápidamente y pueden desaparecer en cualquier momento. En este sentido, las ediciones en papel ofrecen mayor confiabilidad, al mismo tiempo que entablan (a través del tacto, el diseño gráfico, los olores) una relación más estrecha y sensual con el lector, que yo sigo prefiriendo actualmente. 

 

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

 

No iba a hacer uso de esta opción, pero ahora se me ocurre decir que los libros y el fútbol han sido y siguen siendo mis mayores pasiones. Como buen argentino, siempre le pegué más patadas a los rivales que a la pelota. Mi club favorito es Estudiantes. En un cajón de mi cómoda hay una camiseta rojiblanca que dice “Campeón del Mundo”. Fuera de esto, amo la soledad; sobre todo, la soledad creadora. Puedo estar largas horas conmigo mismo sin aburrirme. No me gusta hablar mucho ni escuchar a los otros demasiado tiempo. El crecimiento urbano desmesurado ha terminado por hacerme añorar la vida bucólica, el contacto con la naturaleza. Por lo demás, siempre me atrajeron las causas perdidas, los perdedores, los que no tienen nada que perder porque ya lo perdieron todo. Para mí la ganancia está en la pérdida. Salgo poco, viajo poco, me muevo poco, por lo que es improbable que la muerte me pille fuera de mi ciudad. Esta ciudad en la que espero descansar definitivamente un día, acunado por el aroma de sus tilos, el rumor de sus fuentes y las voces de esos pájaros que, como escribió mi amigo Horacio Castillo, siempre “cantan en los cementerios”.

 

César Cantoni

Entrevista a FERNANDO RALUY

 


¿Qué es para usted la poesía?

 

La poesía es el lenguaje total. Es la síntesis más pura y compleja del deseo. Es un caballo al galope en la noche al que podemos alcanzar pero no asir. Y así como podemos escribirla y leerla aparentemente a nuestro antojo suele pasar que luego se nos vuelva ingobernable. Es una construcción que lleva en sí lo humano, lo monstruoso, lo cotidiano, lo terrible, lo inevitable, lo mortal y lo bello. Y esa construcción de la que hablo se puede realizar sólo con la sutileza y la complejidad de la relojería pero moviendo piezas de todo peso y tamaño, incluso del tamaño de una montaña.   

 

¿Podría usted contarnos  un poco de su vida, de sus obras publicadas, sus premios, su actividad literaria?

 

Bueno, de mi vida puedo decir que atravesé en junio de 2022 el umbral de los 40 años de edad, que nací en la ciudad de Lanús y que viví la mayor parte de mi vida en Banfield/Lomas de Zamora.

De mis publicaciones puedo destacar el libro de poemas titulado “Ratio et Cor”

publicado autogestivamente en el año 2017 y que parte de mi obra ha sido publicada en antologías como “Flotar, 100 poemas sobre ríos” y “Jardín, 100 poemas sobre flores" (ambas de Editorial Camalote, 2021), en la antología “De palabras a poesía” de la Asociación Literaria y Cultural de Yucatán (Mérida, México. 2021) y en algunas revistas de difusión de literatura de Argentina como Gambito de Papel (Revista literaria en papel fundada en la ciudad de La Plata, también disponible en Buenos Aires, México y Nueva Zelanda) tanto como en publicaciones digitales de Perú, México y Venezuela.

Mis más recientes proyectos son una plaqueta con una selección de 10 poemas (Ediciones Arroyo, 2022), otra plaqueta titulada "18 noches sin Laura" (próxima a ser publicada por una editorial de Santiago del Estero) y el libro de poemas “Para fabricar un relámpago” (Ediciones Diotima, 2022).

¿Premios? Tener la lucidez inalterada para poder poner por mis propios medios en una hoja algo de lo que pasa dentro mío me parece suficiente para considerarme agraciado en lo que respecta a la literatura. Me doy por premiado.

Con respecto a mi actividad literaria puedo decir que es permanente, siempre ando en algo. Por estas épocas tengo dos proyectos (uno terminado y otro en su fase final) de libros que pretendo que en algún momento no muy lejano vean la luz. Como parte de esa actividad puedo mencionar que en 2021 cursé el taller dictado por Pola Gómez Codina (con quien además transité el período de clínica del libro Para fabricar un relámpago) y desde hace un año me encuentro cursando taller con Natalia Litvinova. 

 

¿Cuándo empezó a escribir? ¿por qué?

 

Empecé a escribir en el colegio secundario. Entiendo que gracias a algunas profesoras de literatura que nos fomentaban la lectura recibí ese estímulo de buena forma. Disfrutaba mucho cuando me tocaba escribir algo con tema libre. Luego vinieron las cartas de amor y sus correspondientes poemas. Así forjé mi primera voz poética, creo. Trabajé mucho luego para sacarme el traje barroco y encontrar la pilcha que mejor me quedara. Creo que encontré apenas un saco que me queda bien, pero abajo sigo desnudo. 

 

¿Cómo definiría a su poesía?

 

Creo que mi poesía puede ser definida con una imagen como esta:

Un Polaco Goyeneche montado en un rayo flotando sobre un empedrado, que

con una flor que tiene en una mano va dejando por ahí amores, nostalgias y luces y con la otra desperdiga dolor, enigma y belleza. Hasta que rayo y Polaco se deshacen en la niebla. O se hacen niebla. 

 

¿Qué autores influyeron en su poética?

 

Es difícil precisarlo, porque entiendo que todo lo que uno ha leído tiene su influencia, potente o mínima, en la escritura. Tanto lo que nos quiebra y a través de esa grieta absorbemos como lo que decidimos esquivar deliberadamente. Pero entiendo que Gelman, Viel Temperley y muchísimos más han puesto en mí algo que decidí que se quede. 

 

¿Cuál es el fin que le gustaría lograr con su poética?

 

Conservar el puente que se tiende entre lo que soy y lo que no es o no puede ser sin la ayuda de la poesía. 

 

¿Qué poema elegiría usted si tiene que optar por uno en especial? ¿Por qué?

 

Ante la inmensidad, de Jorge Leónidas Escudero. Porque tiene lo que un poema necesita para convocarme: belleza en el enigma. 

 

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?

 

Cambió mucho. En el primer libro hice una catarsis vital y lo escribí como un fárrago sin cuidado. En el segundo encontré mi voz poética y decidí adorar y respetar a la contención. Lo no dicho es a veces tan importante como lo que se lee. Y el concepto de “extrañamiento” en lo cotidiano es algo que incorporé luego y es de lo que más disfruto y a lo que aspiro muy seguido.

 

¿Para usted se nace o se hace escritor?

 

Claramente se hace. Se puede hacer uno muy bueno, bueno, regular, malo o muy malo. Pero entiendo que para escribir poesía hace falta algo más que tiene que venir desde algún lugar interior que uno no puede precisar (y conviene que no pueda, porque allí estará la búsqueda central de su vida).

Hay una frase de Kierkegaard: “En lo que a mí respecta, desde muy joven me ha sido clavada una astilla en la carne, si no hubiera sido por eso, hace tiempo viviría la vida de todo el mundo”. Entiendo que uno necesita leer y trabajar en pos de pulir la escritura, pero también es necesario ser consciente de esa “astilla” y vivir de acuerdo a ella. Eso es un poeta, que, como todos sabemos es algo distinto a un escritor a secas. 

 

¿Qué consejos le daría a un joven escritor/escritora que se inicia en este bello camino de la PALABRA?

 

Me parece que no estoy en posición de dar consejos. Sólo puedo decirles que siempre profundicen. Profundizá en esas lecturas que te atraen y profundizá en la búsqueda de pulir tu propio estilo. Y a la hora de escribir un poema, andá a fondo. No hay cosa peor que quedar a mitad de camino. Jugá, soltá la mano, no hace falta escribir un gran poema todo el tiempo. Escribí y guardá en el archivo. Vas a ver que después cuando revisites eso después de un tiempo van a haber en vos otras herramientas que te van a servir para tomar lo que de allí sirva e incluso lo que ibas a descartar lo vas a poder resignificar. A veces los poemas van hacia un lugar pero quedan truncos. Te esperan. Los podés desarmar y armar, hacerlos funcionar o extraer versos que te resuenen. Ah, y que tengan paciencia. Las cosas llegan.  

 

¿Cómo ve usted actualmente la industria editorial?

 

Remando en dulce de leche. Pero con un ahínco admirable. Hay muchas editoriales chicas que hacen cosas hermosas, eso da mucha esperanza. Por ejemplo Ediciones Diotima, que es la editorial por donde salió “Para fabricar un relámpago”, está dirigida por Graciela Scarlatto que es una escritora y editora que realmente tiene un compromiso y un sacrificio enorme por la actividad y es así que aún en plena crisis del papel, con los precios imposibles y la situación económica del país en un momento muy difícil apuesta a seguir publicando obras literarias que ven la luz en un soporte muy delicado, bello y digno. Por eso digo que hay esperanza. 

 

Si tuviera que recomendar un libro de poesía, prosa, cuento, novela etc ¿Cuáles recomendaría?

 

Uh, muchísimos. Pero bueno, digo dos que se me vienen a la mente ahora y que me gustaron mucho, de dos autores muy buenos y de editoriales que trabajan muy bien: Cómo se inventó el cuerpo de Manuel, de Manuel Duarte (Editorial Salta el pez) y Entonces sopla el viento, de Adrián Agosta (Editorial Elemento Disruptivo).

 

¿Qué opina de las nuevas formas de difusión de la palabra, ya sea en páginas de Internet, foros literarios cibernéticos, revistas virtuales, ñusleter,  blogs etc?

 

Debo decir que me parecen herramientas de gran valor, aunque no siempre el nivel de lo que encontremos allí sea siquiera aceptable. Hay de todo, como en todos lados. Yo tuve la suerte de dar a conocer algo de lo que estaba escribiendo (antes de publicar) en algunos vivos de Instagram durante la pandemia. Y eso me ayudó mucho y me impulsó a reencontrarme con la asiduidad de la escritura que había perdido hacía un tiempo. Hay mucha gente que gusta de escribir y necesita de estas herramientas para poder lograr algo de visibilidad. Todo lo que resulte en urdir lo que luego sea una red donde nos encontremos a leernos y compartirnos es algo positivo y motivador. 

 

Por último ¿Quiere usted agregar algo?

 

Gracias por la entrevista, gracias por leer, gracias por el tiempo. 

 

Fernando Raluy